The breeze of home in outland

?? Together with my Slovak friend Nikoleta, we had the opportunity to meet with two pilgrims, Betka with her father Jozef from Slovakia, actually from the very same village I come from. They arrived to Santiago day ago, after finishing the camino together  and by lucky coincidence, I was in the city at the same time!

We are meeting them in a cafeteria near the station and both are in very cheerful mood, enjoying the rest and after a day spent in Santiago, they made another tour that day, so they are coming by train from the one day trip. We order our coffee (and I want ice cream as well), some of us Estrella Galicia, which is the best local beer, and discuss their experiences in very friendly athmosphere.

They bought the “preukaz Svätojakubského pútnika”, the pilgrim pass in the  St. Elisabeth Cathedral in Košice, so let´s say that their adventure started in our homeland. After they flew to Porto, they began to walk the Portuguese way. For 12 days they walked in total 280 km and they laughed when they recieved the certificate, because they expected to walk lower number of kilometers.

“I got to know myself on the way,”

says Betka and share with us, that at the time, the Portuguese way was very crowded, probably because of the upcoming St. James´s days at Santiago. There were hundreds of people waiting for the albuergues and sometimes they had to find a hostel, because there was not always enough space in the albuerges. But they always offered another option, and as they say, the staff treated them mostly very well, so the camino was  prepared for situations like this. As well they praise the amount of restaurants and tavernas, where pilgrims can rest and enjoy breakfast or menu del día.

“But I do not have any negative experience about the camino, maybe only “personal negative”,” says Betka laughing. “When you spend 24 hours, 12 days in a row with just one person, you start to argue over little things, and share your worries, the other person see your “tired and stressed side”. I would recommend this experience for all the young couples, before getting married!”

They appreciate how clean was all the route, probably the pilgrims got used to not throw away a trash and how people cared about environment.  Near the coast line they enjoyed amazing views and shared with us lot of pictures from all of the days and before we say goodbye, Betka confesses that she would like to repeat the experience again in the future.

With the agreement, I share some pictures they made, author of photographies is Alzbeta Blasko.

?? Junto con mi amiga eslovaca Nikoleta, tuvimos la oportunidad de encontrarnos con dos peregrinos, Betka con su padre Jozef de Eslovaquia, en realidad del mismo pueblo de donde vengo. Llegaron a Santiago hace un día, después de terminar el camino juntos y por una afortunada coincidencia, ¡yo estaba en la ciudad a la misma hora!

Nos reunimos con ellos en una cafetería cerca de la estación y ambos estaban  muy alegres, disfrutando del descanso, después de un día en Santiago, después de haber pasado un día en tren de otro viaje. Pedimos nuestro café ( yo también quiero helado), algunos tomaron Estrella Galicia, que es la mejor cerveza local, y comentamos sus experiencias en un ambiente muy agradable.

Compraron el “preukaz Svätojakubského pútnika”, el pase de peregrino en la Catedral de Santa Isabel en Košice, así que digamos que su aventura comenzó en nuestra tierra natal. Después de volar a Oporto, comenzaron a caminar por el camino portugués. Durante 12 días caminaron un total de 280 km y se rieron cuando recibieron el certificado, porque esperaban caminar menos kilómetros.

“Me conocí a mí misma en el camino”, dice Betka y comparte con nosotros, que en ese momento, el camino portugués estaba muy concurrido, probablemente debido a las próximas fiestas del Apostol. Había cientos de personas esperando a los albergues y a veces tenían que buscar otro alojamiento, porque no siempre había espacio suficiente en los albergues. Pero siempre ofrecían otra opción, y como dicen, el personal en su mayoría los trató muy bien, por lo que el camino estaba preparado para situaciones como esta. También alaban la cantidad de restaurantes y tabernas, donde los peregrinos pueden descansar y disfrutar del desayuno o del menú del día.

“Pero no tengo ninguna experiencia negativa sobre el camino, tal vez solo “una personal”, dice Betka riendo. “Cuando pasas 24 horas, 12 días seguidos con una sola persona, empiezas a discutir por pequeñas cosas y compartes tus preocupaciones y la otra persona ve tu “lado cansado y estresado”. ¡Recomendaría esta experiencia a todas las parejas jóvenes, antes de casarse!”

Aprecian lo limpio que encontraron todo el camino, probablemente los peregrinos se acostumbraron a no tirar basura y la gente se preocupaba por el medio ambiente. Cerca de la costa disfrutaron de unas vistas increíbles y compartieron con nosotros muchas fotos de todos los días y antes de despedirnos, Betka confiesa que le gustaría repetir la experiencia en el futuro.

Con su consentimiento, comparto algunas fotos que hicieron, la autora de las fotografías es Alzbeta Blasko.